Una herida es una ruptura o abertura en la piel. La piel protege al cuerpo de los microbios y cuando se rompe, incluso durante una cirugía, los microbios pueden ingresar y producir diversas infecciones. Las heridas ocurren a menudo a causa de un accidente o lesión. Todos en algún momento estamos expuestos a tener accidentes.
Las heridas sanan por etapas. Cuanto más pequeña sea la herida, más rápidamente sanará. Cuanto más grande o más profunda sea la herida, más tiempo puede tardar en sanar. Cuando usted se hace una cortadura, una raspadura o una punción, la herida sangra.
Sin embargo, no todas las heridas sangran. Por ejemplo, las quemaduras, algunas heridas punzantes y las úlceras de decúbito no sangran. El cuidado apropiado de la herida significa mantenerla limpia y cubierta. Esto puede ayudar a prevenir infecciones y cicatrización.
- En caso de heridas menores, limpie la herida con agua y jabón suave. Cubra la herida con un vendaje estéril u otro apósito.
- En caso de heridas mayores, siga las instrucciones del médico sobre cómo cuidar su lesión.
- Evite hurgar o rascarse la costra. Esto puede interferir con la recuperación.
Fuente: kidshealth.org